DE TOKIO AL “PICA” AGÜERO: EL “NENE” COMMISSO REPASÓ SU TRAYECTORIA COMO FUTBOLISTA

En diálogo con Radio Capilla, antes del encuentro entre Atlético Ascasubi y Centro Juventud Agrario, Emilio Nicolás Commisso (65 años) repasó su trayectoria y comentó que llegó a nuestro pueblo a través del yerno, muy amigo de gente de Villa Ascasubi.

“Me invitaron a ver el fútbol del interior y me interesé, me entusiasmé y quise venir. Visualizo jugadores y me gusta estar informado de jugadores que pueden ser útiles en equipos de Primera División para poder llevarlos o darles una mano, hablando con gente que los siga viendo”, apuntó el “Nene”.

Retirado como futbolista profesional en 1991, recordó su recorrido en el baby fútbol. Empezó en Córdoba en el Torneo de Canal 12. “Jugué campeonatos en Laguna Larga de baby fútbol. Los delegados de esa época nos llevaban a jugar a montones de lugares. Eran hinchas de diferentes clubes. Fui a jugar a Instituto al principio, con mis primeros pasos a los 12 años. Pasó un tiempo en que me fui porque no me gustó un trato que tuve con una persona de ahí e iba a dejar el fútbol. No pude seguir jugando, estuve varios meses hasta que otro delegado, René Gorreta, me llevó a Racing de Córdoba. Pasé a Primera División de joven, a los 16 años, anduve bien, hice bastantes goles como wing derecho, me destacaba y fui impresionando a quienes me veían. Jugaba la Primera División en la Liga de Córdoba, que era muy fuerte, con estadios llenos. En esa época, (Ángel) Labruna, famoso jugador de River, dirigió a Talleres, y jugamos varias veces en contra. Él me vio y cuando se fue a River en el ’75, al año siguiente se comunicó con el presidente de Racing y me llevó a Buenos Aires. Fuimos a préstamo con Eduardo Saporiti. Jugamos el Nacional y River decidió hacer uso de la opción de Saporiti y mía y los dos quedamos. Nos parecía un sueño. Jugué varios años en River y después en Argentinos Juniors. Ángel Amadeo Labruna fue mi padre futbolístico”, relató.

Ganó cinco campeonatos con River (tres Metropolitanos y dos Nacionales) y con Argentinos Juniors ganó el Metropolitano 1984, el Nacional 1985, la Copa Libertadores 1985 y la Copa Interamericana 1986, al tiempo que jugó la final de la Copa Intercontinental ante Juventus de Italia en Japón.

“No sé si ganamos el 1 por ciento de lo que se gana hoy. Es abismal la diferencia (económica). En ese tiempo, el fútbol era importante, pero no se manejaban sponsors, televisión ni venta al exterior, que hizo que el mercado creciera en forma abismal. Nunca se hablaba de un millón. No había equivalencias con lo de ahora en lo económico. Pero en lo futbolístico, sí. Argentina ganó campeonatos mundiales en el ’78 y el ’86. En ese período, el nivel era de un nivel impresionante y le daba jerarquía al torneo. Ahora, los mejores jugadores se van a Europa. Antes, los mejores estaban acá. Y era la gran competencia con gran nivel”, comparó épocas en términos económicos y futbolísticos.

“Vivíamos en la pensión del club (River) y un día, el ‘Pato’ Fillol me invitó a ir a su casa y me tuvo viviendo con él, me enseñó a ser profesional en el fútbol. Estuve en lugares con mucho sostén psicológico. Yo era un chico que estaba solo en Buenos Aires”, recordó el “Nene” de la etapa gloriosa como futbolista, jugando a la par de enormes figuras a nivel mundial.

“Intenté no creérmela. Futbolísticamente, auxiliaba, me gustaba correr, quería que mis compañeros estuvieran bien. Muchas veces, mis compañeros me pusieron a jugar”, agregó este muchacho que, desde Córdoba, se codeó con los mejores y dejó su impronta donde jugó.