El juicio por las explosiones, en marcha

 El primer día del juicio oral por las explosiones de 1995 en la Fábrica Militar Río Tercero, sólo uno de los cuatro militares imputados aceptó declarar. Fue Edberto González de la Vega, quien durante tres horas respondió preguntas. Jorge Cornejo Torino y Marcelo Gatto se abstuvieron con la misma fórmula: “No entiendo de qué se me acusa”, dijeron. Carlos Franke avisó que se abstenía “por consejo” de su abogado, pero adelantó que hablaría “en próximas audiencias”.

De la Vega y Franke eran directivos de Fabricaciones Militares. Cornejo Torino y Gatto, en la planta de Río Tercero.

Fue sólo la primera de una larga serie de jornadas que demandará entre dos y cuatro meses hasta que se dicte sentencia por los hechos ocurridos hace ya 19 años.

El Tribunal Oral Federal 2, integrado por Carlos Lascano, José Pérez Villalobo y Mario Garzón debió resolver, en un inicio, un planteo de nulidad formulado por los abogados de los imputados, argumentando que la acusación “no describe los hechos imputados”. El fiscal y la querella se opusieron y el Tribunal resolvió no hacerle lugar. Una decisión contraria habría finiquitado el juicio, a minutos de haberse iniciado.

Las audiencias se desarrollan en una reducida sala sin público ni prensa, que pueden seguir el desarrollo televisado, en otras dependencias.

El que habló

González de la Vega era director de Coordinación de Fabricaciones Militares. Un día después de las segundas explosiones, del 24 de noviembre de 1995, fue designado director interino de la planta de Río Tercero en reemplazo de Cornejo Torino. “No tengo absolutamente nada que ver”, enfatizó sobre el hecho. Dijo que su gestión duró sólo cinco días y que fue designado para “limpiar el predio de explosivos, para que no ocurriera un tercer episodio” de explosiones.

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